La pregunta sonó obviamente desafinada,
entre el año 1998 y el 2002, cuando fue el apogeo de ambos dispositivos. Pero la broma vino al pelo para anunciar la llegada de un nuevo match tecnológico que tuvo destino de clásico.
En realidad, el enfrentamiento
Pocket PC vs. Palmtop no tenía mucho sentido, porque ambos dispositivos fueron diseñados con objetivos completamente diferentes. Las
Palmtop y sus versiones eran organizadores pequeños, rápidos, sencillos y económicos, cuyo fin era sincronizar nuestra agenda con la de nuestra computadora. La
Pocket PC, en cambio, podría definirse como el esfuerzo de
Microsoft por hacer entrar un
Windows PC en una placa pequeña, con todo el color, el sonido y las posibilidades de expansión del original, lo que la hacía bastante parecida a una laptop. Las primeras versiones del sistema operativo móvil de
Microsoft, el
Windows CE, fueron un verdadero desastre: como prevaleció el enfoque habitual de la compañía ("Cuantas más funciones, mejor"), el resultado fue una generación de palmtops grandes, complejas, costosas e impopulares, a las que
Microsoft llamó "
PCs tamaño palmtop". Sin embargo, con el tiempo, la empresa de
Bill Gates afinó la puntería y, en su tercer intento, consiguió una palmtop verdaderamente útil, producto al que renombró
Pocket PC.

Lo que entusiasmó a los tecnófilos fue que la
Pocket PC tenía muchísimas más funciones que la
Palm. Sus brillantes pantallas de colores intensos también eran instrumentos de seducción (240 a 320 pixeles contra 160 de las Palm). Y no era menos el hecho de que cualquiera de ellas incluya un micrófono para memos de voz y que, conectándole un parlante o un par de auriculares, permitía escuchar archivos
Mp3 (aunque quien quería hacerlo debía gastar bastante más en tarjetas de memoria). Uno de los modelos de
Pocket PC que más se vendió, la
Compaq iPaq 3600, por ejemplo, venía con un máximo de
64 megabytes (aunque sólo el
Windows se llevaba 5) y estaba equipada con un cable de potencia, algo imprescindible ya que su batería recién cargada duraba apenas 6 horas. En cuanto al software, tampoco se quedaba atrás: traía versiones simples de
Word, Excel y Explorer y del Windows Media Player, lo que le permitía reproducir películas cortas. Algunas de estas funciones también estaban disponibles en el sistema operativo de
Palm, pero ningún modelo las traía todas incorporadas como "nativas".
Sin embargo, aunque la
Pocket PC ganó terreno, la
Palm y sus versiones se vendieron más y mejor por varios y buenos motivos. Las
Pocket PCs todavía seguían siendo más grandes y pesadas y aún faltaban programas y accesorios para ellas. Pero el principal problema que tenían era el mismísimo
Windows CE, que lamentablemente compartía demasiados rasgos genéticos con el
Windows 2001(se colgaba, daba mensajes de error encriptados, aparecía mucho el relojito de "espera" y requería cerrar uno por uno los programas cada vez que las cosas se ponían lentas). Y, además, si uno venía de una
Palm, el
Windows CE también podía resultar difícil para navegar en Internet. Tal vez, la manera más fácil de entender las diferencias filosóficas entre la
Palm y el
Windows CE haya sido enumerar la cantidad de clicks que requería cada una para realizar la misma tarea. A saber: verificar la carga de la batería,
Palm 1 vs. Pocket PC 4; agendar un un cumpleaños:
Palm 1, Microsoft 3. Y así sucesivamente.
Esto no quiere decir, claro, que a
Microsoft no se le hayan ocurrido algunos toques brillantes. Por ejemplo, la pantalla se apagaba automáticamente para ahorrar energía (algo que es muy común hoy en día en cualquier dispositivo informático) y volvía a prenderse en cuanto se la tocaba. Y, además, su alfabeto de reconocimiento de escritura a mano era mucho más natural que el de las
Palm. Ninguna
Pocket PC recién sacada de su caja podía entenderse con una computadora de la familia Macintosh pero, al tiempo,
DoctorCE.com puso a disponibilidad de los usuarios un kit de conexión a
Mac. Y aunque era un dato de tercer orden, se sumaba a las fuerzas que estaban desdibujando la línea que dividía a las Palm de las Pocket. Más importancia tenía, claro, el hecho de que algunas
Pocket PC estaban empezando a costar más o menos lo mismo que lo que costaron tradicionalmente las Palm, algo que permitió inferir que muy pronto estuvimos en condiciones de elegir el dispositivo que más nos gustaba. Entonces, en su momento, hablar del enfrentamiento
Pocket PC vs. Palm fué verdaderamente desafinado.
Artículo escrito a partir de una nota realizada por David Pogu en Clarín.com, en el año 2001.